El error de decoración que casi todos cometen con la biblioteca de casa
A la hora de decorar el hogar, la biblioteca es una pieza central que puede definir el carácter de una habitación. Sin embargo, muchos cometen un error común que le resta fuerza y armonía a este mueble tan especial: agregarle fotos.
La experta en decoración María Pombo subraya que la biblioteca debe estar pensada, ante todo, para los libros. Son ellos quienes le dan sentido y vida al espacio. Al centrar la decoración en los libros, se crea un punto focal visualmente coherente y lleno de personalidad.
La decoración de la biblioteca
El principal error, según la experta, es colocar portafotos por delante de los libros. Esta práctica no solo los oculta, sino que también crea una barrera visual que rompe la continuidad. De igual forma, María Pombo advierte contra el uso de adornos innecesarios que no complementan la colección de libros. Rellenar cada hueco con objetos aleatorios genera un desorden visual que abruma y distrae. El objetivo es que la biblioteca transmita una sensación de orden y armonía, no de acumulación.
Para lograr una decoración exitosa, la clave es la moderación en la biblioteca. La idea es incorporar elementos decorativos que "dialoguen con los libros", es decir, que los complementen sin opacarlos. Un jarrón minimalista, una pequeña escultura o un objeto con significado personal pueden ser excelentes adiciones. Sin embargo, estos objetos deben ser puntuales y estratégicamente colocados. Es mejor tener menos elementos que muchos; de esta forma, cada pieza cobra protagonismo y el espacio respira.
La coherencia visual es fundamental. Una biblioteca bien decorada tiene un flujo natural. Esto se puede lograr a través de varios métodos. Puedes organizar los libros por colores, tamaños o temas, creando un patrón que sea agradable a la vista. También es útil dejar algunos espacios vacíos o “aire” entre los libros y los objetos decorativos. Este espacio negativo es tan importante como los objetos mismos, ya que permite que la mirada descanse y que la colección de libros se luzca.
