Puedes estar en forma con esta rutina de ejercicios de 10 minutos al día
En la vida moderna, la falta de tiempo es el obstáculo más común para mantener una rutina de ejercicio. Sin embargo, la excusa de no tener horas libres se desvanece ante esta efectiva rutina de entrenamiento de solo 10 minutos al día que mejorará notablemente tu salud.
Diseñada para encajar al principio o al final de la jornada, esta serie de ejercicios demuestra que la constancia supera la duración. Lo mejor de todo es que requiere un equipamiento mínimo, siendo perfectamente adaptable a cualquier espacio reducido de tu hogar. Con solo una toalla grande y un par de elementos que sirvan como peso, puedes poner tu cuerpo en movimiento y empezar a ver resultados.
El ejercicio de 10 minutos
La esencia de esta rutina radica en la intensidad y la repetición, ya que la serie completa de tres ejercicios debe repetirse cuatro o cinco veces dentro del límite de 10 minutos. El primer ejercicio, conocido como dominadas deslizantes, ofrece una alternativa casera a las dominadas de barra, ideal para fortalecer la parte superior del cuerpo. Para ejecutarlo, acuéstate boca abajo sobre una toalla, con las rodillas dobladas y los pies cruzados. Apoyando las palmas en el suelo, delante de tu cabeza, debes arrastrar el cuerpo hacia adelante usando únicamente la fuerza de tus brazos hasta que la cabeza sobrepase las manos.
El segundo componente de la rutina de ejercicios se centra en el tren inferior: las zancadas hacia atrás con mancuernas. De pie, sosteniendo el peso, se lleva una pierna hacia atrás, bajando el tronco hasta que ambas rodillas formen un ángulo de 90 grados, con la rodilla trasera casi tocando el suelo.
El broche de oro de esta tríada de ejercicios lo ponen las flexiones spiderman, una variación intensa de la flexión tradicional que añade un componente de trabajo abdominal. Partiendo de la posición de plancha, con las manos separadas a la altura de los hombros, se flexionan los brazos para bajar el pecho. La particularidad de este ejercicio es que, al bajar, debes llevar una de las rodillas hacia el codo del mismo lado, imitando el movimiento de un escalador. Esta acción simultánea aumenta la demanda sobre los oblicuos y el core lateral.
