El bicarbonato de sodio es un aliado infalible en la cocina, especialmente dentro de la heladera, donde su uso sigue siendo popular gracias a su eficacia comprobada. A diferencia de los ambientadores perfumados, el bicarbonato no disfraza los malos olores, sino que los neutraliza al absorber las moléculas que los causan, gracias a su naturaleza alcalina.

¿Por qué poner bicarbonato de sodio en la bañera?

En un espacio cerrado donde conviven carnes, lácteos, verduras y sobras, es común que persistan ciertos olores a pesar de la limpieza frecuente. Colocar un recipiente abierto con bicarbonato de sodio en un estante medio o alto del refrigerador ayuda a mantener un ambiente fresco, y se recomienda reemplazarlo cada 30 días.

Además de eliminar malos olores, este producto también es útil para limpiar superficies internas cuando se mezcla con agua, ayudando a eliminar manchas, bacterias o pequeñas acumulaciones de moho sin dañar los materiales. Al ser una opción económica, natural y no tóxica, resulta ideal para hogares con niños, mascotas o personas alérgicas. Este truco clásico, transmitido de generación en generación, sigue siendo una solución práctica, ecológica y efectiva para mantener tu heladera impecable.

¿Por qué se genera mal olor en la heladera?

El mal olor en la heladera generalmente se origina por la descomposición de alimentos, derrames que no se limpian a tiempo, o la acumulación de bacterias y moho, especialmente en las juntas de las puertas. Los alimentos que han caducado o están en mal estado tienden a desprender olores desagradables que se diseminan por todo el refrigerador. Además, los líquidos o restos de comida que no se eliminan pueden generar malos olores.

La falta de una correcta ventilación también juega un papel importante, ya que la obstrucción de las rejillas por alimentos mal colocados dificulta la circulación de aire, lo que facilita la acumulación de malos olores. Para solucionar este problema, es importante vaciar la heladera y limpiarla a fondo con agua tibia y jabón, asegurándose de secar bien todas las superficies.

También es fundamental verificar el sistema de drenaje y asegurarse de que el desagüe del congelador esté libre de obstrucciones. Además, mantener la heladera organizada, evitar que los alimentos bloqueen la circulación de aire y revisar que la temperatura esté adecuada, son medidas clave para prevenir malos olores.

Es importante no olvidar limpiar regularmente la bandeja de goteo, ya que la humedad acumulada en ella puede generar moho y mal olor. En algunos casos, los malos olores pueden estar relacionados con fugas de refrigerante o componentes contaminados en ciertos modelos de heladeras.