Paso a paso: qué hay que hacer si te atragantas y estás solo
El atragantamiento es una situación que puede ocurrirle a cualquiera y, cuando sucede, la reacción rápida es crucial. La sensación de que un trozo de comida bloquea las vías respiratorias puede ser aterradora, especialmente si no hay nadie cerca para ayudarte. Pero los especialistas en salud establecieron una maniobra al respecto.
En esos momentos de angustia, es vital recordar que existen pasos específicos que puedes seguir para salvar tu vida en caso de que te atragantes y estés sólo. Actuar de manera calmada y decidida aumenta significativamente las posibilidades de éxito.
Qué hacer si me atraganto sólo
Una reacción común, pero peligrosa, es intentar introducir la mano en la garganta para sacar el objeto. Evita este gesto a toda costa, ya que en lugar de ayudar, podrías empujar el alimento más adentro y sellar completamente las vías respiratorias. En su lugar, intenta toser con fuerza. A veces, un simple esfuerzo de tos puede ser suficiente para liberar la obstrucción que atraganta, especialmente si el objeto no está completamente atascado.
Si la tos no es suficiente, es momento de intentar la maniobra de Heimlich, clásica en atragantamientos, pero en uno mismo. Ponte de pie o inclínate un poco hacia adelante. Cierra una mano en forma de puño y ubícala justo por encima de tu ombligo y debajo del esternón, con el pulgar hacia adentro. Con la otra mano, sujeta el puño firmemente. Ahora, empuja con movimientos rápidos y firmes hacia arriba y hacia adentro, como si quisieras levantarte a ti mismo. Repite este movimiento varias veces hasta que logres desalojar el objeto que está bloqueando tu garganta.
Si no logras generar la presión necesaria con tus propias manos, puedes usar un objeto para asistirte. Busca el respaldo de una silla o el borde de una mesa y apóyate contra él. Coloca tu puño o tu abdomen en el borde del objeto, justo en el mismo punto de la maniobra anterior (encima del ombligo, debajo del esternón). Con fuerza y con un movimiento rápido, inclínate hacia adelante contra el objeto. Esto creará la presión necesaria para desalojar el objeto que te atraganta. Repite hasta que logres expulsar el alimento.
