Paso a paso: qué hacer para eliminar la humedad del lavarropas
El lavarropas, a pesar de su función de limpieza, es un caldo de cultivo habitual para la humedad y el moho, especialmente en el anillo de goma de la puerta. Este problema no solo es antiestético, sino que también genera malos olores que se transfieren a la ropa recién lavada.
Combatir este hongo requiere una acción directa y un proceso de desinfección profunda para asegurar que tu lavarropas se mantenga limpio e higiénico. Afortunadamente, existe un truco simple y efectivo para erradicar el moho incrustado que te permitirá devolver a la goma su aspecto original.
El truco de limpieza para el lavarropas
El primer paso en este proceso de desinfección es utilizar el poder blanqueador y desinfectante de la lavandina (lejía). El truco consiste en humedecer un paño o un trozo de papel de cocina con este producto y colocarlo directamente sobre la zona de la goma del lavarropas que está afectada por el moho. Es fundamental que la lavandina se mantenga en contacto directo con el hongo para que pueda penetrar en profundidad. Por ello, debes dejarla actuar durante al menos 24 horas sin interrumpir la acción del producto químico.

Una vez transcurrido este tiempo de espera, el moho habrá sido neutralizado y desprendido de la goma. Al retirar el paño, simplemente tienes que frotar suavemente con guantes para quitar todos los restos acumulados. Este remedio casero no solo elimina el moho visible que se ha adherido a la goma del lavarropas, sino que también actúa como un potente neutralizador de los olores desagradables que se impregnan en el electrodoméstico. El resultado es una goma limpia y un aparato que huele a fresco de nuevo.
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Además del moho y la humedad, otro de los enemigos habituales que ataca el interior de tu lavarropas es la cal. Esta acumulación es particularmente intensa en las áreas donde el agua utilizada tiene una alta concentración de minerales ("agua dura"). Para combatir estos depósitos blanquecinos que pueden dañar los componentes internos, se recomienda una solución de limpieza casera. Prepara una mezcla a base de bicarbonato de sodio, jabón lavavajillas y pasta dental, y aplícala en las superficies internas para disolver los depósitos y mantener las piezas en buen estado de funcionamiento.