Los cortes de pelo que deben usar las mujeres de 60 años para verse más jovenes y elegantes
Un cambio de look puede restar años al instante si eliges el corte de pelo adecuado. Expertos en cabello revelan cuáles son los estilos más favorecedores para lucir fresca y con movimiento. En la búsqueda de un cambio de imagen que aporte juventud, los cortes de pelo juegan un papel clave. Aunque muchas personas optan por el cabello liso y recto, este estilo puede endurecer las facciones y sumar años.
¿Cuáles son los cortes de pelo que favorecen a las mujeres?
Los estilistas coinciden en que las capas y los cortes desestructurados son la opción ideal para rejuvenecer el rostro. El peluquero Eduardo Sánchez, de Maison Eduardo Sánchez, lo explica con claridad: “Los cortes desestructurados aportan ligereza, frescura y naturalidad. A partir de los 50, favorecen mucho los pixie, bob, melenas midi y carré largo”.

Estos estilos aportan dinamismo, enmarcan el rostro y suavizan los rasgos. La longitud no es una barrera para verse joven. El pelo largo sigue siendo una opción siempre que esté bien cuidado y conserve densidad. La peluquera Miriam Quevedo advierte que “una melena debilitada o sin volumen puede sumar años. Es importante fortalecer el folículo para evitar el afinamiento y mantener la densidad”.
Entre los favoritos de los expertos se encuentran la media melena clavicut con reflejos luminosos, el bob con ondas para aportar sofisticación, el long bob asimétrico para estilizar, el pixie moderno para un look con carácter y las melenas XL bien cuidadas que suman frescura. Todos estos cortes buscan un mismo objetivo: un estilo actual, elegante y rejuvenecedor.
¿Cómo fortalecer el cabello después de los 60 años?
Fortalecer el cabello después de los 60 años requiere una rutina de cuidado adaptada a las necesidades propias de esta etapa. Es fundamental evitar el lavado excesivo para no eliminar los aceites naturales, optando por champús suaves y nutritivos con pH neutro y sin sulfatos. Tras cada lavado, el uso de acondicionadores hidratantes ayuda a recuperar la suavidad y el brillo, e incluso se recomienda aplicar acondicionadores sin enjuague para una mayor nutrición.
La protección frente al calor es clave, por lo que conviene limitar el uso de planchas y secadores, y siempre utilizar protectores térmicos. La alimentación también desempeña un papel esencial en la salud capilar. Una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas como la B, C y E, y minerales como hierro y zinc, contribuye a mantener la fortaleza y el volumen.

En algunos casos, los suplementos de biotina y colágeno pueden ser un buen complemento, al igual que tratamientos especializados que un profesional puede recomendar, como la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos o productos con péptidos de cobre biomiméticos y bloqueadores de DHT.
Además, pequeños hábitos como realizar masajes suaves en el cuero cabelludo estimulan la circulación y favorecen la salud de los folículos pilosos. Cortar regularmente las puntas abiertas previene la rotura y mantiene una apariencia saludable de tu cabello. Finalmente, mantenerse bien hidratado y reducir el estrés también son factores importantes, ya que influyen directamente en la calidad y vitalidad del cabello.