Muchas creemos que el invierno suele estar dominado por tonos oscuros y cálidos, sin embargo no es del todo cierto. Este año, las uñas blancas regresan con fuerza este 2025 bajo la tendencia conocida como coco nails. Este estilo se caracteriza por su estética minimalista y refinada, que aporta luz y frescura a los looks invernales, rompiendo con la tradicional paleta de colores de la temporada.

¿Cómo tener una manicure elegante en invierno?

Lo que distingue a las coco nails es, sin duda, su enorme versatilidad: se adaptan con facilidad a todo tipo de ocasión, ya sea una jornada laboral en la oficina, una reunión informal o un evento elegante durante las noches frías del invierno. Este estilo logra mantenerse vigente porque puede reinventarse constantemente a través de detalles sutiles que marcan la diferencia, como texturas perladas que reflejan la luz de manera delicada, acabados mate que aportan sobriedad y modernidad, o brillos suaves que añaden un toque de sofisticación sin resultar recargados.

Además, este tipo de manicura permite jugar con distintas formas según las preferencias personales: desde la clásica forma redonda o cuadrada hasta la almendrada, que estiliza visualmente las manos. Gracias a esta flexibilidad en el diseño, las uñas blancas tipo coco se convierten en una opción ideal para quienes buscan elegancia sin renunciar a lo práctico. Se integran con naturalidad tanto en estilos minimalistas como en looks más audaces, lo que las hace perfectas para llevar durante toda la temporada invernal.

Lejos de ser un color exclusivamente veraniego, el blanco se impone como una elección sofisticada también en invierno, aportando luz y frescura en medio de una paleta dominada por tonos oscuros. Así, las coco nails no solo elevan cualquier manicura, sino que reafirman su lugar como un clásico contemporáneo que combina lo atemporal con lo moderno, llenando de personalidad incluso los días más grises.

¿Cómo cuidar las manos con manicure?

Mantener una manicura impecable requiere de una rutina de cuidado constante que va más allá del simple esmaltado. La hidratación diaria de manos y uñas es fundamental para conservar su salud y aspecto, sobre todo después de lavarlas o realizar tareas que puedan resecarlas. Usar una crema específica ayuda a prevenir grietas, resequedad y roturas. Asimismo, es recomendable proteger las manos al realizar labores domésticas, especialmente aquellas que implican contacto con productos químicos o agua por tiempo prolongado, utilizando guantes de goma forrados en algodón para evitar daños.

El lavado de manos también juega un papel clave: debe hacerse con agua tibia y un jabón suave, secando bien cada parte, especialmente alrededor de las cutículas y debajo de las uñas, donde la humedad acumulada puede favorecer infecciones. Un buen corte y limado con herramientas adecuadas previene que las uñas se astillen o se enganchen.

Del mismo modo, el cuidado de las cutículas mediante aceites o cremas específicas es esencial para mantenerlas flexibles y promover el crecimiento saludable de las uñas. Masajearlas suavemente estimula la circulación y refuerza la salud de toda la zona. Para quienes tienen uñas quebradizas, los productos fortalecedores pueden ser una excelente opción, ya que ayudan a prevenir roturas y a mantener una superficie lisa. Además, es importante evitar malos hábitos como morderse las uñas, ya que esto no solo las debilita, sino que también puede provocar infecciones.

También se recomienda dejar períodos de descanso entre una manicura y otra, evitando el uso constante de esmaltes para permitir que las uñas respiren y se recuperen si presentan signos de debilidad o coloración amarillenta. Adoptando estas prácticas, es posible mantener unas uñas saludables y una manicura impecable durante más tiempo.