Lo que jamás debes hacer con tu árbol de jade en primavera: el consejo de especialistas para novatos
El árbol de jade es una de las suculentas más populares en los hogares, es una planta resistente que prospera con cuidados mínimos. Sin embargo, su principal amenaza radica en el exceso de riego, un error que se vuelve especialmente peligroso con la llegada de la primavera.
¿Cómo regar un árbol de jade en primavera?
Durante el invierno y el otoño, el árbol de jade entra en una fase de reposo vegetativo, lo que reduce drásticamente su necesidad de agua. Con la primavera, la planta despierta y activa su fase de crecimiento, requiriendo más riego debido al aumento de las temperaturas y la evaporación.
Aquí es donde los jardineros, por costumbre o por querer ayudar a la planta, cometen el mayor error: mantener la frecuencia de riego sin verificar el estado del sustrato.

El error fatal consiste en regar antes de que la tierra esté completamente seca. Dado que el árbol de jade es una suculenta, almacena grandes cantidades de agua en sus hojas carnosas. Un sustrato constantemente húmedo asfixia las raíces, provocando su pudrición. Este problema es mucho más frecuente y letal que la falta de agua, y además fomenta la aparición de hongos y bacterias que atacan la planta desde el interior.

En este sentido, la clave para el éxito en primavera es cambiar la rutina por la observación. En lugar de regar cada cierto número de días (como cada 4 o 7), la planta debe regarse de una manera específica:
- Regar abundantemente: cuando se riega, se debe hacer de forma profunda, hasta que el agua salga por los orificios de drenaje.
- Esperar el secado total: la planta solo debe volver a regarse cuando el sustrato esté completamente seco. Esto puede llevar entre 10 a 20 días, dependiendo del clima y el tamaño de la maceta. Para verificar, se recomienda introducir el dedo unos centímetros en la tierra.