Lo que debes hacer con tu router WiFi para mejorar la conexión a Internet
Muchas personas experimentan problemas con la velocidad de su WiFi, que permanece lenta sin importar cuántas veces reinicien el router o revisen la conexión. Aunque lo habitual es culpar al proveedor de internet, existe un ajuste interno del router que pocos conocen y que podría estar afectando el rendimiento.
¿Cómo mejorar el funcionamiento de mi WiFi?
Este ajuste está relacionado con la compatibilidad de protocolos antiguos como el wifi 802.11b/g, activada por defecto en la mayoría de routers. Estos estándares, diseñados hace más de 20 años, ya no son necesarios en la mayoría de hogares, pero al permanecer activos, obligan al router a emitir parte de su señal a velocidades muy bajas.

Esto afecta especialmente a la banda de 2.4GHz, la más utilizada por dispositivos como impresoras, equipos domóticos y celulares más antiguos, volviendo la conexión más lenta para todos los equipos. Para mejorar el rendimiento, se recomienda desactivar esta compatibilidad desde la configuración del router.
Esto implica acceder a la dirección IP del dispositivo (generalmente 192.168.1.1 o 192.168.0.1), iniciar sesión con el usuario y contraseña del operador y ajustar la banda de 2.4GHz para que solo opere con protocolos más recientes como 802.11n o superiores. Guardar los cambios y reiniciar el router puede marcar una diferencia notable en la calidad de la conexión.
¿Qué cosas hacen que el WiFi funcione mal?
El rendimiento deficiente del WiFi puede deberse a múltiples factores que afectan la calidad de la señal. Entre las causas más comunes se encuentran los obstáculos físicos, las interferencias de otros dispositivos, la congestión de la red, problemas relacionados con el router e incluso fallos del proveedor de internet.
En cuanto a los obstáculos físicos, materiales como el hormigón, el metal o el agua pueden debilitar o bloquear la señal. Además, muebles voluminosos, especialmente los metálicos, también interfieren en la transmisión. La distancia entre el router y el dispositivo es otro aspecto clave: cuanto más alejados estén, más se verá afectada la velocidad.

Las interferencias de otros aparatos electrónicos son otra causa frecuente. Dispositivos como microondas, teléfonos inalámbricos antiguos o cualquier aparato que emita ondas electromagnéticas pueden interferir con la señal, ya que operan en frecuencias similares a las de la red WiFi.
La congestión de la red también juega un papel importante. Cuando hay demasiados dispositivos conectados al WiFi al mismo tiempo, el ancho de banda disponible se reparte, lo que provoca una disminución en la velocidad. Actividades como streaming, descargas pesadas o juegos en línea pueden saturar la conexión y afectar el rendimiento de otros equipos.