Elegir la forma de las uñas puede parecer un detalle estético menor, pero especialistas y psicólogos coinciden en que esta elección revela mucho más que simples gustos personales. Se trata de una manifestación de la personalidad, el estado de ánimo e incluso las prioridades de cada individuo. Entre las opciones más populares en salones de belleza, la manicura cuadrada destaca no solo por su estilo, sino también por la carga simbólica que conllevan.

¿Qué significa preferir las uñas cuadradas?

De acuerdo con la nail artist Ioana Cristescu, citada en la revista Telva, quienes optan por esta forma suelen ser personas tranquilas y sociables. Además, la funcionalidad y practicidad de este diseño sugiere que sus portadoras valoran la eficiencia y la simplicidad en la vida diaria.

Desde el punto de vista de la psicología, esta elección refleja preferencia por el orden, la claridad y un enfoque hacia objetivos concretos. El médico Sandip Roy señala que las personas de temperamento calmado tienden a pensar de manera profunda; aunque puedan parecer lentas o poco interesadas, en realidad su ritmo responde a una búsqueda de precisión y lógica.

Este estilo mental también se vincula con un tipo de liderazgo reflexivo, basado más en la influencia que en la imposición directa. Así, las uñas cuadradas podrían asociarse con la introspección, la lógica y una toma de decisiones bien pensada. Cuando se analiza el ancho y la forma plana típica de esta morfología, el perfil psicológico se enriquece.

Según Mejor con Salud, las uñas cuadradas y anchas suelen pertenecer a personas analíticas, con juicio claro, afición por el pensamiento crítico y talento para actividades creativas o artesanales que generen resultados tangibles. Este grupo suele priorizar la utilidad sobre lo meramente estético, y siente atracción por retos mentales que impliquen resolver problemas complejos.

¿Cómo impacta emocionalmente el cuidado de las uñas?

Más allá de su forma, el acto de cuidar las uñas tiene un efecto directo sobre el bienestar emocional. Un estudio de las universidades Saitama Gakuen y Rikkyo en Japón, publicado en Frontiers in Psychology, reveló que una sesión de manicura puede incrementar emociones positivas, la sensación de relajación y la vitalidad. En una muestra de 500 mujeres de entre 20 y 30 años, también se observaron mejoras en autoestima, motivación y estado de ánimo.

La psicóloga clínica Anna Rodríguez explica: “La manicura es un momento de mindfulness. Es un acto de autocuidado que nos ayuda a relajarnos, centrarnos en el presente y aliviar el estrés”. Según la especialista, este pequeño ritual estético genera un impulso inmediato de seguridad y empoderamiento para afrontar el día.

En el mundo de la imagen personal, incluso los detalles más pequeños transmiten mensajes. La consultora de marcas y terapeuta Dawnn Karen afirma que la Psicología de la Moda estudia cómo el color, el estilo y la estética influyen en el comportamiento y en las normas culturales. En este sentido, las uñas, al igual que la ropa o el maquillaje, funcionan como una forma de comunicación no verbal que proyecta control, practicidad, inteligencia emocional y buen juicio.