Lo dice la psicología: las razones por las cuales cada vez más personas evitan llamadas telefónicas y prefieren audios de WhatsApp

En la era de la comunicación instantánea, el teléfono ha reconfigurado nuestras interacciones, generando nuevos códigos y, a veces, ciertas tensiones. Un fenómeno creciente, y objeto de análisis por parte de la psicología, es la tendencia a no atender llamadas directas, prefiriendo en su lugar responder con un mensaje de audio por WhatsApp.

¿Qué significa preferir audios de WhatsApp y evitar llamados?

Lejos de ser un acto aleatorio, esta conducta revela una serie de motivaciones psicológicas profundas relacionadas con el control, la gestión del tiempo y la intimidad.

Según los expertos en psicología, la elección de responder con un audio de WhatsApp, en lugar de una conversación telefónica, es un claro indicador de que la persona busca ejercer control sobre el tiempo y el ritmo de la interacción. Una llamada exige una respuesta inmediata y una dedicación de tiempo ininterrumpida, mientras que un audio permite al receptor escuchar y responder cuando le sea más conveniente, sin la presión de la inmediatez.

Esta estrategia es especialmente valiosa en contextos donde la vida es frenética y las interrupciones constantes pueden afectar la productividad o el bienestar personal.

Otra razón fundamental detrás de esta preferencia es la economía de la atención. En un mundo saturado de estímulos, las llamadas telefónicas pueden percibirse como una demanda excesiva de energía mental y emocional. Los audios de WhatsApp, por su parte, permiten al emisor organizar sus pensamientos y expresar su mensaje de forma más concisa, evitando divagaciones o el compromiso emocional que a menudo implica una conversación en tiempo real.

Para el receptor, esto significa poder procesar la información sin la carga de tener que improvisar una respuesta inmediata o gestionar las emociones del interlocutor en vivo.

Además, la psicología sugiere que esta conducta puede estar ligada a la evitación del conflicto o de situaciones incómodas. Una llamada en vivo puede escalar rápidamente a un desacuerdo o a una conversación compleja. El audio, al ser asíncrono, ofrece una "distancia" que permite al remitente formular su mensaje con mayor cuidado y al receptor procesarlo sin la confrontación directa.