Lo dice la RAE: la palabra popular que todos escriben mal cuando la usan en plural
Aunque la ortografía del español pueda parecer sencilla, existen letras y construcciones que generan confusión frecuente entre los hablantes. Conocer las reglas y su aplicación correcta es clave para evitar errores que afecten la claridad y precisión en la escritura.
¿Cuál es la palabra que escribimos mal, según la RAE?
Uno de los casos más habituales, según la Real Academia Española (RAE), se da con el plural de palabras compuestas, especialmente aquellas que provienen de raíces latinas o combinaciones menos comunes. Un ejemplo es el término “mapamundi”. Muchas personas lo pluralizan de manera incorrecta utilizando formas como “mapas mundi” o “mapamundies”. Sin embargo, la RAE aclara que el plural correcto es “mapamundis”.

Este sustantivo está formado por “mapa” y “mundi” (del latín mundus, que significa “mundo”). Al tratarse de una palabra compuesta que funciona como una unidad, se pluraliza únicamente al final. Es decir, no se separan ni se pluralizan sus elementos por separado, como ocurre en “mapas mundi”. Este error es común, pero la norma establece que la forma adecuada es “mapamundis”.
La RAE, fundada en 1713, es la institución encargada de preservar la unidad y el buen uso del idioma español. Sus recomendaciones, plasmadas en normas, diccionarios y guías, ayudan a resolver dudas frecuentes y a mantener una comunicación más clara y profesional. Seguir sus criterios contribuye a fortalecer la coherencia y efectividad del lenguaje en cualquier contexto.
¿Cómo mejorar la ortografía?
Para mejorar la ortografía, es clave desarrollar hábitos constantes que fortalezcan la escritura y la correcta aplicación de las reglas. La lectura frecuente expone al lector a la forma correcta de las palabras, ayudando a interiorizar su uso. Escribir de manera regular permite poner en práctica lo aprendido, y apoyarse en diccionarios o herramientas en línea ayuda a despejar dudas puntuales. Además, conocer a fondo las reglas ortográficas —como la acentuación o el uso correcto de letras como la “b” y la “v”— aporta seguridad al momento de redactar.
Las herramientas tecnológicas, como los correctores ortográficos, pueden ser un buen apoyo, siempre y cuando no sustituyan el aprendizaje. Revisar cuidadosamente cada texto antes de enviarlo o publicarlo es otro paso importante para evitar errores.

Los ejercicios y juegos relacionados con la ortografía resultan útiles para reforzar conocimientos, al igual que analizar los errores cometidos para no repetirlos. En caso de tener dificultades persistentes, buscar apoyo en talleres especializados o consultar con un profesional puede marcar una gran diferencia en el progreso.