Las 2 plantas que debes cultivar en el jardín si quieres ahuyentar a los mosquitos en verano
La llegada de las estaciones cálidas trae consigo la reaparición de los mosquitos, insectos que no solo resultan molestos en el hogar y el jardín, sino que también son vectores de enfermedades. Una solución ecológica y decorativa para repelerlos es la combinación estratégica de dos plantas conocidas, las cual te detallaremos a continuación.
¿Qué plantas debes tener en el jardín para ahuyentar mosquitos?
Según especialistas, las plantas que no pueden faltar en el jardín son el jazmín y la citronela. Ambas especies son valoradas por su belleza y aroma, pero al cultivarlas juntas, crean un escudo protector mucho más eficaz contra los insectos voladores.
-8d0a03L-VJreq6Y-WZIR1.min.jpg)
El jazmín es famoso por su intenso y dulzón perfume, el cual resulta sumamente agradable para las personas, pero funciona como un disuasivo natural para los mosquitos, especialmente durante la noche, que es el periodo de mayor actividad de estos bichos.

Por su parte, la citronela (Cymbopogon nardus) es mundialmente conocida como repelente, gracias a la alta concentración de compuestos químicos naturales como el citronelal y el geraniol, los cuales son intolerables para los mosquitos. Al ubicar estas dos plantas en proximidad, se logra potenciar el efecto repelente de cada una, creando una barrera ambiental libre de aerosoles o productos químicos.

Para que esta pareja botánica cumpla su función de la mejor manera, es esencial considerar ciertos puntos durante la plantación. En primer lugar, la ubicación es vital: se recomienda colocarlas en macetas o en el jardín cerca de los puntos de acceso a la casa, como puertas, ventanas o balcones.
En cuanto a las condiciones de crecimiento, ambas especies requieren de una buena exposición solar y prosperan mejor en ambientes cálidos. El riego debe ser constante para mantener la tierra húmeda, pero siempre evitando el encharcamiento que podría dañar las raíces. Finalmente, para asegurar que ambas crezcan sin competir por los recursos, se sugiere mantener una distancia de separación de entre 30 y 40 centímetros entre ellas.