La somniloquia, una patología común que tienen muchas personas al dormir

No se considera una condición médica grave y rara vez requiere tratamiento
La somniloquia, una patología común que tienen muchas personas al dormir
Dormir Foto: Canva
viernes, 29 de agosto de 2025

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Existen diversas formas en que las personas pueden dormir. Se podría decir que tantas como cada individuo hay en el mundo. Pero hay una conducta que es muy habitual y es una patología, aunque muchos no le prestan tanta atención. Se trata de aquellos que hablan cuando están descansando. Se llama somniloquia y en algunos casos debe ser tratada.

La somniloquia, comúnmente conocida como hablar dormido, es un fenómeno intrigante que ha desconcertado a muchos a lo largo de la historia. Es una parasomnia, una categoría de comportamientos inusuales que ocurren mientras se duerme, según la Fundación del Sueño de Estados Unidos. Aunque a menudo se retrata en películas y series como algo gracioso o misterioso, para quienes la experimentan puede ser una fuente de vergüenza o incluso de preocupación.

Los efectos de hablar al dormir

A diferencia de otras parasomnias, la somniloquia no discrimina entre las etapas del sueño. Puede manifestarse tanto durante el sueño REM, cuando la actividad cerebral es similar a la de la vigilia, como en las fases no REM, caracterizadas por un sueño más profundo. Las conversaciones al dormir pueden variar desde susurros ininteligibles hasta gritos o monólogos completos, lo que refleja la complejidad del cerebro dormido.

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Estudios indican que la somniloquia es increíblemente común. Se estima que hasta dos tercios de la población experimenta al menos un episodio en su vida, lo que la convierte en una de las parasomnias más frecuentes al dormir. Es más prevalente en la infancia, una etapa de desarrollo cerebral acelerado, y tiende a disminuir con la edad, aunque puede persistir hasta la adultez.

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Existen varios factores que pueden exacerbar los episodios de somniloquia, incluso si una persona no tiene una predisposición genética. El estrés, la privación del sueño y el consumo de alcohol son desencadenantes comunes que pueden aumentar la frecuencia e intensidad de los episodios al dormir. Para quienes los experimentan de forma regular, un diario del sueño puede ser útil para identificar patrones y hábitos que contribuyan al problema. Esto permite tomar medidas para mejorar la higiene del sueño y reducir los episodios.

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