La postura que al dormir te dará más años al final de tu vida
Si bien la ciencia moderna ha desvelado los misterios de una vida saludable, un factor clave para la longevidad podría encontrarse en un acto tan cotidiano como el dormir. La postura que adoptamos no solo influye en la calidad del sueño, sino que también puede impactar directamente en nuestro bienestar y esperanza de vida.
Investigaciones recientes han puesto en el punto de mira una posición específica al momento de dormir. Esta simple modificación de nuestro hábito nocturno podría ser una herramienta poderosa para promover la salud a largo plazo.
La mejor postura al dormir
El sistema de limpieza del cerebro, conocido como sistema glifático, funciona a toda marcha mientras dormimos. Este mecanismo es el responsable de eliminar los desechos metabólicos y toxinas que se acumulan en el cerebro a lo largo del día. Según especialistas como el Dr. Christopher Winter, dormir de lado facilita la expansión de los canales que transportan el líquido cefalorraquídeo. Esta optimización en la depuración es crucial para prevenir la acumulación de proteínas dañinas, como la beta-amiloide, asociada con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. De esta manera, una postura adecuada al dormir se convierte en un aliado fundamental para la salud cerebral.

Más allá de los beneficios neurológicos, dormir sobre el lado izquierdo tiene un impacto significativo en la circulación sanguínea. Al adoptar esta posición, se reduce la presión sobre la vena cava inferior, el vaso sanguíneo más grande del cuerpo, que transporta la sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón. Esta liberación de presión es especialmente beneficiosa para personas con afecciones cardíacas o mujeres embarazadas, ya que favorece un flujo sanguíneo más eficiente. Una circulación optimizada asegura que cada célula reciba el oxígeno y los nutrientes necesarios, mejorando la función de órganos vitales y contribuyendo a un mejor estado general de salud.

La digestión es otro de los procesos que se beneficia enormemente de esta postura. Los expertos en salud, como el gastroenterólogo Dr. Andrew Colsky, señalan que dormir del lado izquierdo permite que la gravedad trabaje a favor del sistema digestivo. El estómago y el páncreas están anatómicamente ubicados en el lado izquierdo del cuerpo. Al acostarse en esta posición, el flujo de alimentos y enzimas digestivas se facilita, lo que ayuda a prevenir el reflujo gástrico y la acidez estomacal. Esta alineación natural no solo alivia molestias nocturnas, sino que también promueve una digestión más eficiente.