La postura de yoga que mejora la circulación sanguínea
El yoga ofrece un sinfín de herramientas para mejorar nuestra salud física y mental, y una de las más efectivas, aunque a menudo subestimada, es la mejora de la circulación sanguínea. El sedentarismo y las largas jornadas de pie o sentado pueden dificultar el retorno venoso, pero existe una postura clásica que contrarresta este efecto.
Hablamos de una postura en particular del yoga, popularmente conocida como la postura del perro boca abajo, una de las asanas más practicadas y reconocidas en cualquier clase. Pero que tiene beneficios que tal vez no sabías para tu cuerpo.
La postura de yoga para la circulación sanguínea
La postura del yoga del perro boca abajo es notable por su doble función dentro de una secuencia de yoga: actúa como una postura de transición entre movimientos, y al mismo tiempo, como una postura de descanso activo. Su gran beneficio circulatorio reside en el principio de la inversión parcial. Al elevar la pelvis por encima del corazón y la cabeza, se facilita el flujo de sangre desde las extremidades inferiores hacia el tronco y la cabeza. Esto ayuda a aliviar la pesadez en las piernas y a estimular la oxigenación cerebral.

Para ejecutar el Adho Mukha Svanasana en el yoga correctamente, se comienza en cuatro apoyos (manos y rodillas). Es fundamental llevar las manos un poco más adelante de los hombros, asegurándose de abrir bien los dedos para distribuir el peso de manera uniforme. Luego, se apoyan los dedos de los pies en el suelo, preparando el cuerpo para el ascenso. Esta base sólida es crucial para proteger las muñecas y asegurar una correcta alineación en la postura final.

El paso clave para entrar en la postura de yoga es elevar la pelvis y llevar el peso hacia atrás mientras se empuja el piso con las manos. Debemos buscar estirar completamente los brazos y la espalda, apuntando la parte trasera hacia el techo, formando una "V" invertida con el cuerpo. Es importante mantener la cabeza relajada, alineada con la columna vertebral, sin tensión en el cuello. Este estiramiento activo y la elevación de las caderas son el núcleo del efecto terapéutico de la postura.