La dieta que ayuda a aliviar el estreñimiento y favorece la buena digestión
El estreñimiento crónico, también conocido como constipación, es una condición que afecta a millones de personas y puede deteriorar considerablemente su calidad de vida, especialmente en adultos mayores, quienes son el grupo etario más propenso a padecerlo. Más allá del malestar físico, el estreñimiento tiene un impacto negativo en el bienestar general, por lo que su prevención mediante una alimentación adecuada es fundamental.
¿Qué alimentos mejoran la digestión?
Un reciente estudio, publicado en la revista Gastroenterology, analizó los datos de casi 96,000 profesionales de la salud a lo largo de varios años, y reveló cómo ciertos patrones dietéticos pueden influir directamente en la aparición del estreñimiento. Durante el seguimiento, se identificaron más de 7,500 casos de esta condición, y los resultados mostraron diferencias notables según el tipo de dieta seguida por los participantes.

Las dietas basadas en plantas lograron reducir el riesgo en un 20%, mientras que la dieta mediterránea lo hizo en un 16%. En contraste, las dietas ricas en carnes rojas y procesadas aumentaron el riesgo en un 22%, y aquellas que favorecen procesos inflamatorios lo incrementaron en un 24%.
La principal conclusión de los investigadores destaca que una alimentación rica en verduras, frutos secos y grasas saludables podría ser clave para prevenir el estreñimiento crónico en la población adulta mayor. Además, se recomienda adoptar ciertos hábitos complementarios como incrementar el consumo de fibra mediante frutas, vegetales y cereales integrales, hidratarse adecuadamente con agua y líquidos naturales, realizar actividad física con regularidad para estimular el movimiento intestinal.
¿Por qué se produce el estreñimiento?
El estreñimiento, también conocido como constipación, ocurre cuando el tránsito intestinal se vuelve lento, lo que provoca que las heces se endurezcan y sequen, dificultando su expulsión. Esta alteración en el ritmo intestinal puede estar causada por distintos factores, entre ellos una alimentación deficiente en fibra, una baja ingesta de líquidos, la falta de actividad física o incluso ciertos cambios en la rutina diaria.

Además, ignorar repetidamente la necesidad de evacuar puede agravar el problema, al igual que el consumo de algunos medicamentos como los analgésicos opioides, antidepresivos o suplementos de hierro. Ciertas condiciones médicas, como el hipotiroidismo, el síndrome del intestino irritable, o enfermedades neurológicas como el Parkinson, también pueden contribuir al estreñimiento, así como el estrés, que puede interferir con el funcionamiento normal del sistema digestivo.
La edad avanzada y el embarazo son otros factores que aumentan el riesgo, ya sea por los cambios hormonales o por la disminución de la movilidad intestinal. El estreñimiento es una afección compleja en la que influyen múltiples aspectos del estilo de vida, la salud y la dieta, y su manejo requiere un enfoque integral.