Jardinería: la verdadera razón por la que las hojas de tus plantas están amarillas o marrones

Una de las peores sensaciones que puede experimentar cualquier persona que cuida plantas es ver cómo las hojas comienzan a secarse sin saber el motivo. Este fenómeno suele ser una señal clara de que algo no está del todo bien en el entorno o en el cuidado que le estamos brindando a nuestros ejemplares. Comprender las causas es el primer paso para revertir la situación y devolverle la vitalidad a nuestro follaje. A continuación, expertos en jardinería responden todas las dudas al respecto.

Por qué las hojas de las plantas se secan con facilidad

Una de las razones más frecuentes detrás de este problema es la falta de humedad ambiental. Muchas plantas, especialmente las de origen tropical o aquellas que habitan en zonas de selva, requieren un ambiente con altos niveles de humedad para que sus hojas se mantengan sanas. Si el aire de nuestro hogar es demasiado seco (por la calefacción o el aire acondicionado), las puntas de las hojas son las primeras en sufrir, ya que pierden agua más rápidamente de lo que las raíces pueden reponerla.

Por otro lado, el riego inadecuado también juega un papel crucial. Tanto el exceso como la falta de agua pueden manifestarse en las puntas secas. Un riego insuficiente provoca que la planta no tenga la hidratación necesaria para transportar agua hasta el final de sus hojas, deshidratando las puntas. Por otro lado, un exceso de riego puede llevar a la pudrición de las raíces, impidiendo que la planta absorba agua y nutrientes eficientemente, lo que también resulta en puntas secas.

Otro factor importante es la calidad del agua, de acuerdo a lo que manifiestan expertos en jardinería. El exceso de minerales, cloro o sales en el agua del grifo puede acumularse en el sustrato y en las puntas de las hojas, causando quemaduras y sequedad. Dejar reposar el agua por unas horas o utilizar agua filtrada o de lluvia puede mitigar este problema.