Jardinería: especialistas sugieren guardar el agua del aire acondicionado y usarla de esta forma
Ya sea en verano con el aire acondicionado encendido o en invierno con la calefacción, es habitual que los equipos de climatización expulsen agua como residuo. Por esta razón, muchas veces se conecta una manguera que dirige el líquido a un balde. Lo que no todos saben es que este recurso, generalmente descartado, puede ser muy útil para el cuidado de las plantas.
¿Cómo usar el agua del aire acondicionado en la jardinería?
El agua que se genera a partir del funcionamiento del aire acondicionado suele terminar desechada, sin considerar que tiene un uso práctico dentro del hogar. Aunque no es apta para el consumo humano, resulta ideal para el riego de ciertas plantas, ya que es una alternativa gratuita, ecológica y eficiente.

El agua residual del aire acondicionado se transforma en una opción práctica y sustentable para aprovechar en el hogar. Este líquido se origina por el proceso de condensación del aparato, cuando extrae la humedad del aire mientras lo enfría. El resultado es una agua clara, sin cloro ni minerales añadidos, similar al agua desmineralizada, por lo que es especialmente beneficiosa para el riego de plantas.
Al no contener cal ni productos químicos como el cloro, resulta perfecta para especies sensibles, como orquídeas, helechos y suculentas, ya que previene la acumulación de sales en el sustrato, evitando daños a las raíces a largo plazo. Esta agua no solo es útil para el riego: también es ideal para limpiar las hojas de las plantas, rellenar humidificadores y pulverizadores, o incluso para germinar semillas y mantener esquejes en desarrollo, ya que no deja manchas ni residuos blancos en las superficies.
Eso sí, es importante recordar que este tipo de agua carece de nutrientes, por lo que se recomienda alternar su uso con agua común o fertilizantes líquidos para mantener el equilibrio del suelo y promover un crecimiento saludable. Para recolectarla, basta con colocar un recipiente limpio bajo el tubo de desagote del aire acondicionado. Luego se puede usar directamente o conservar en una botella tapada y protegida de la luz solar durante algunos días.
¿Cada cuánto regar a las plantas?
La frecuencia con la que se deben regar las plantas varía según el tipo de especie, el clima, la estación del año, el tipo de suelo y el lugar donde estén ubicadas. Como recomendación general, conviene regarlas cuando la capa superior de la tierra se sienta seca al tacto. Las plantas como cactus o suculentas requieren menos agua, mientras que las tropicales necesitan más.

En verano o en climas cálidos, el riego debe ser más frecuente que en invierno, y los suelos arenosos tienden a secarse antes que los arcillosos. Las plantas en macetas, además, suelen requerir más agua que las que crecen directamente en el suelo. Para asegurarse de regar en el momento adecuado, se aconseja revisar la humedad de la tierra introduciendo un dedo a unos centímetros de profundidad.
También es ideal regar por la mañana o al atardecer para evitar una evaporación rápida, siempre evitando el exceso de agua que puede dañar las raíces. Por último, es importante observar las señales que da la planta, como hojas marchitas o caídas, para ajustar la cantidad de agua según sus necesidades.