El truco para que tu red de Wi Fi tenga hasta 100 metros de alcance
La ambición de llevar la señal de Wi Fi a distancias que alcanzan una cuadra, aproximadamente 100 metros, es un desafío que excede por mucho las capacidades de los equipos domésticos tradicionales. Los repetidores comunes de tecnología están diseñados para cubrir distancias cortas, generalmente entre 15 y 30 metros, dentro de una casa o un patio cercano.
Para lograr un alcance tan amplio y, lo que es más importante, mantener una conexión estable y utilizable, es necesario abandonar la idea de una simple red Wi Fi de cobertura amplia. La clave tecnológica reside en implementar soluciones profesionales o semiprofesionales orientadas a establecer enlaces de larga distancia en exteriores.
Extender el alcance del Wi Fi
La herramienta fundamental para lograr este aumento de alcance son las antenas Wi Fi direccionales de alta ganancia o los puntos de acceso exteriores especializados. A diferencia de las antenas omnidireccionales (las comunes de tu router) que emiten la señal de forma equitativa en todas direcciones, estas antenas concentran la energía. Esta concentración resulta en un haz estrecho y potente de señal enfocado. Esta tecnología es esencial, ya que permite superar la severa pérdida de intensidad de la señal (attenuation) que ocurre naturalmente al recorrer largas distancias.

El concepto central que permite alcanzar los 100 metros es transformar la red de cobertura general en un enlace punto a punto (PTP) o punto a multipunto (PTMP). El método más robusto y eficiente para cubrir la distancia de una cuadra es montar un puente inalámbrico. Este sistema simula un cable de red virtual Wi Fi que conecta dos ubicaciones distantes, garantizando una conexión de alta calidad y velocidad. Varias marcas reconocidas en el mercado ofrecen dispositivos diseñados específicamente para crear estos enlaces de larga distancia.

La implementación de un puente inalámbrico requiere instalar dos equipos direccionales que deben estar estrictamente en línea de visión directa entre sí. Uno de estos equipos se conecta al router principal de la vivienda y actúa como el transmisor de la señal de Wi Fi. El segundo equipo se coloca en el punto remoto, a 100 metros de distancia, y funciona como el receptor del potente haz de señal concentrada. La orientación precisa de ambas antenas es crítica para asegurar que el haz de señal se intercepte correctamente.