El truco para duplicar la velocidad en la señal tu Wi Fi
Experimentar una señal de Wi-Fi lenta puede ser una frustración constante en el hogar moderno, afectando desde el streaming de video hasta las videollamadas importantes. A menudo, recurrimos a culpar al proveedor de servicios de Internet o a invertir en equipos costosos, pero la solución a este problema de tecnología puede ser sorprendentemente simple y gratuita.
Existe un "truco" de mantenimiento básico, conocido como el ciclo de encendido y apagado (Power Cycle), que tiene el potencial de duplicar la velocidad del Wi Fi y la estabilidad de tu conexión al instante. Este procedimiento no solo libera la memoria de los dispositivos, sino que también permite que encuentren las mejores configuraciones de red disponibles.
Duplicar la señal del Wi Fi
El primer paso para aplicar este truco es localizar y preparar tus dispositivos de red: el módem y el router. Aunque a menudo se confunden, el módem es el dispositivo de Wi Fi que se conecta a Internet a través de tu proveedor, mientras que el router distribuye esa señal de forma inalámbrica. Es fundamental identificarlos a ambos, ya que la efectividad del reinicio depende de aplicar el ciclo de energía a ambos equipos. Una vez localizados, es necesario ubicar el botón de apagado o, en su defecto, los cables de alimentación eléctrica para proceder a la desconexión.

El siguiente paso consiste en apagar o desenchufar completamente tanto el router como el módem. La clave de este truco con el Wi Fi radica en asegurar una interrupción total de la energía. Desconecta todos los cables que dan energía a ambos dispositivos, incluyendo los de corriente y cualquier cable de red que sea esencial para la conexión. Este acto de desconexión no es solo un simple reinicio, sino una purga de la memoria temporal (RAM) de los equipos, eliminando procesos acumulados o errores que puedan estar ralentizando la velocidad de procesamiento de datos.

Una vez desconectados, la paciencia es crucial. Debes esperar entre 20 y 30 segundos antes de volver a conectar los dispositivos del Wi Fi. Este tiempo de espera garantiza que los equipos se apaguen por completo y que todos los procesos y datos temporales almacenados en su memoria se borren eficazmente. Si la espera es demasiado corta, los dispositivos podrían retener datos antiguos, impidiendo el restablecimiento completo que se busca. Este breve lapso asegura que, al encender, los equipos comiencen desde un estado "limpio".