Entre las soluciones más efectivas para el hogar, los trucos caseros siguen ocupando el primer lugar, sobre todo cuando se trata de limpieza. Y si tienes una heladera sin sistema no-frost, sabes lo molesto que es ver cómo el congelador se llena de hielo y escarcha.

¿Cuál es el truco casero que derrite el hielo del freezer?

Deshacerse de esa capa congelada puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza: hay que desenchufar la heladera, sacar todos los alimentos y esperar horas a que el hielo se derrita. Pero existe un método fácil, rápido y económico que puede solucionar el problema de tu congelador en cuestión de minutos y solo necesita dos ingredientes.

Los trucos caseros triunfan porque son simples, baratos y requieren elementos que casi siempre tenemos a mano. En este caso, basta con combinar agua caliente y sal marina en un pulverizador para que el hielo empiece a desprenderse de inmediato.

El procedimiento es muy sencillo: primero, calienta agua en una tetera o cacerola hasta que alcance el punto de ebullición. Luego, viértela con cuidado en un pulverizador resistente al calor y añade dos cucharadas de sal marina. Finalmente, agita bien la mezcla y rocíala directamente sobre el hielo acumulado en el freezer para que comience a desprenderse en pocos minutos. En pocos minutos, notarás cómo la escarcha se ablanda y se desprende, dejando el congelador limpio y listo para volver a usar.

¿Por qué se llena generan capas de hielo en el congelador?

La acumulación de hielo en el congelador, incluso en los modelos No Frost, se produce principalmente por la entrada de aire húmedo desde el exterior y la posterior condensación de esa humedad sobre las superficies frías. Cada vez que se abre la puerta, el aire cálido y húmedo del ambiente ingresa al interior, y su vapor de agua, al entrar en contacto con las bajas temperaturas, se enfría rápidamente, se condensa y finalmente se congela, formando cristales de hielo o escarcha.

Con cada apertura, esta capa se incrementa de manera progresiva, lo que puede reducir el espacio útil y exigir un mayor esfuerzo de funcionamiento al aparato. Aunque los modelos No Frost están diseñados para prevenir este problema, una fina capa de hielo puede aparecer debido a aperturas frecuentes, fugas de aire o fallos en el sistema de drenaje. Factores como la temperatura ambiente, el sellado de la puerta y la forma en que se organizan los alimentos también influyen en la formación de hielo.

Para minimizar este fenómeno, conviene abrir el congelador lo menos posible y no dejar la puerta abierta por mucho tiempo, verificar que cierre correctamente y que las juntas estén en buen estado, almacenar los alimentos bien empaquetados para evitar que liberen humedad, no introducirlos calientes y, en el caso de los congeladores sin sistema No Frost, descongelar periódicamente para eliminar la acumulación.