Las persianas de aluminio son esenciales en cualquier hogar: regulan la entrada de luz y protegen del sol, pero acumulan polvo y suciedad con facilidad. Con el tiempo, su mantenimiento puede parecer complicado, especialmente si no se realiza de forma adecuada. Afortunadamente, no es necesario usar productos químicos ni recurrir a trucos complejos para mantenerlas en buen estado.

¿Cómo limpiar las persianas de aluminio?

Una limpieza eficaz y segura puede lograrse con un método simple y natural, ideal para conservar la integridad del material y alargar su durabilidad. Los especialistas coinciden en que el mejor enfoque es también el más sencillo. La mejor forma de mantener tus persianas de aluminio relucientes es limpiarlas con un paño suave apenas humedecido con agua tibia. Este método, recomendado por los expertos de Polti, permite eliminar el polvo y la suciedad sin deteriorar la superficie ni favorecer la oxidación.

Si buscás una alternativa más eficiente y sostenible, los limpiadores a vapor son una excelente opción. El vapor permite remover suciedad difícil y al mismo tiempo desinfecta, sin necesidad de productos abrasivos ni químicos que puedan dañar el aluminio o afectar el entorno.

Un paso clave que no se debe saltar es el secado completo antes de enrollar las persianas.

La humedad retenida puede provocar corrosión, deteriorando el acabado del aluminio y acortando su vida útil. Por eso, es fundamental dejarlas bien secas tanto por dentro como por fuera antes de recogerlas. Una de las zonas que más se ensucia es la cara externa de las persianas, y también es la más difícil de alcanzar. Si tienes acceso desde el exterior de forma segura, bajá completamente la persiana y aplicá el mismo método de limpieza con agua tibia o vapor.

En caso de que sea peligroso limpiar desde afuera, lo mejor es desmontar la tapa del tambor o cajón e ir limpiando las lamas a medida que las desenrollas. Aunque es más laborioso, esta técnica protege tu seguridad y permite una limpieza a fondo.

Vapor: un aliado eficaz y ecológico para tus persianas

El vapor no solo arrasa con la suciedad acumulada, sino que también elimina gérmenes y bacterias sin productos tóxicos. Antes de usarlo, es conveniente quitar el polvo con una aspiradora o un plumero para potenciar su efecto. Luego se aplica el vapor directamente sobre las lamas, asegurándose de llegar a las rendijas. Finalmente, se pasa un paño húmedo para retirar los residuos.

Mantener tus persianas de aluminio limpias y bien secas es la mejor manera de conservar su apariencia y su buen funcionamiento. Este truco, que combina lo simple del agua tibia con la potencia del vapor, es práctico, económico y muy efectivo.