El mal hábito que todos cometen en el jardín y atrae plaga de ratones, cucarachas y mosquitos
El jardín es un lugar frecuente donde suelen aparecer plagas, un problema que muchas personas no relacionan con un error común que cometen sin darse cuenta. Insectos y animales como ratas, cucarachas, mosquitos o termitas pueden sentirse atraídos por ciertas condiciones presentes en este espacio.
¿Qué factores atraen plagas a mi jardín?
La presencia de estas plagas no solo afecta la salud de las plantas, sino también puede representar un riesgo para la salud humana y la integridad de la estructura del hogar, ya que algunas de ellas son portadoras de enfermedades. El principal error que facilita la aparición de estas plagas es la acumulación de agua estancada, que puede ser producto de lluvias, riegos o cualquier actividad que genere zonas húmedas sin drenaje adecuado.

Esta agua retenida ofrece hidratación a roedores y cucarachas, y crea el ambiente húmedo que favorece la proliferación de termitas. Para los mosquitos, el agua estancada es aún más crucial, ya que es el lugar donde depositan sus huevos y donde se desarrollan sus larvas. Para evitar este problema, es esencial mejorar el drenaje del terreno, mantenerlo nivelado y, si es posible, instalar sistemas como zanjas o pozos absorbentes que eviten la acumulación de agua.
Además de eliminar el agua estancada, mantener el jardín limpio retirando hojas, ramas y restos de plantas es fundamental para reducir refugios para plagas y enfermedades. Un riego equilibrado, ni excesivo ni insuficiente, ayuda a fortalecer las plantas y evita que se vuelvan vulnerables. La fertilización con productos orgánicos también contribuye a aumentar la resistencia natural de las plantas, y rotar la ubicación de los cultivos cada temporada puede evitar que las plagas se asienten de forma permanente en un área determinada.
¿Cómo saber si tengo una plaga en casa y jardín?
Para detectar la presencia de plagas en tu hogar y jardín, es importante estar atento a ciertos indicios como excrementos, olores extraños, daños en muebles o plantas, y la aparición de insectos o pequeños animales. También conviene prestar atención a sonidos poco habituales, especialmente durante la noche. En el jardín, examina las plantas en busca de hojas con agujeros, manchas, decoloración o telarañas, y revisa los tallos para detectar insectos diminutos como pulgones, cochinillas o araña roja, sobre todo en la parte inferior de las hojas.

Además, inspecciona el suelo para encontrar caracoles, babosas, gusanos o excrementos de roedores, y observa si hay caminos de hormigas que se dirijan repetidamente a un punto específico, lo que puede indicar la presencia de una plaga cercana. Dentro de la casa, la detección puede incluir la búsqueda de excrementos de roedores, cucarachas o termitas, olores persistentes desagradables, envases o cables roídos, y ruidos inusuales durante la noche que sugieran la actividad de estos animales.
Entre las plagas más comunes, los pulgones son insectos pequeños que succionan la savia de las plantas, causando que las hojas se amarilleen o deformen; las cochinillas se presentan como pequeños bultos adheridos a las plantas que también succionan savia; la araña roja, por su parte, es muy pequeña y genera telarañas que provocan manchas y decoloración en las hojas.