El ejercicio en el gimnasio que involucra todos los músculos del cuerpo
En la búsqueda del ejercicio ideal que maximice la eficiencia del tiempo invertido en el gimnasio, la máquina de remo (o ergómetro) se alza como una campeona indiscutible. Este equipo de fitness, a menudo subestimado para la salud, es una de las herramientas más completas y efectivas disponibles, ofreciendo un entrenamiento de bajo impacto con beneficios excepcionales en los músculos.
A diferencia de las máquinas que aíslan grupos musculares específicos, este ejercicio exige una coordinación total del cuerpo, convirtiéndolo en la mejor inversión de tiempo para quien busca un desarrollo físico integral y balanceado.
El ejercicio para todos los músculos
La verdadera magia del remo reside en su capacidad para involucrar casi todos los grupos musculares principales en una secuencia fluida, conocida como el stroke o brazada . Contraintuitivamente para algunos, la mayor parte de la potencia del ejercicio no proviene de los brazos o la espalda, sino de las piernas. Los cuádriceps, los isquiotibiales y los glúteos funcionan como los motores principales en el ejercicio, impulsando el cuerpo hacia atrás en un movimiento explosivo similar al salto o squat.
Mientras las piernas generan la fuerza motriz, el tronco juega un papel indispensable en la estabilidad y en la transferencia efectiva de esa potencia durante el ejercicio. Los abdominales y los músculos lumbares (la parte baja de la espalda) se activan intensamente para mantener la postura corporal rígida y erguida. Esta contracción isométrica del core no solo previene lesiones, sino que también asegura que la energía generada por las piernas pueda viajar de manera eficiente hacia la parte superior del cuerpo. Este trabajo de estabilización es clave para un tronco fuerte y tonificado.
Una vez que las piernas han completado su extensión, la parte superior del cuerpo entra en acción para completar el movimiento de tracción. Los grandes músculos de la espalda —principalmente los dorsales y los trapecios— se encargan de tirar de la empuñadura hacia el tronco. En este proceso, los hombros y los brazos (específicamente los bíceps) trabajan en conjunto para finalizar la brazada. Es importante destacar que el regreso a la posición inicial del ejercicio debe ser lento y controlado, un momento en el que los músculos también trabajan en un esfuerzo excéntrico.
