Desayunar es saludable pero no si lo haces en este rango horario

Si bien el desayuno es fundamental, consumirlo en un horario adecuado es clave
Desayunar es saludable pero no si lo haces en este rango horario
Desayuno Foto: Canva
miércoles, 13 de agosto de 2025

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Existen miles y miles de técnicas que las personas utilizan para mejorar la salud. Muchos optan por seguir la corriente farmacéutica, mientras que otra tendencia apunta a informarse de una forma más natural. En ese último mundo, hay que saber sobre el horario en que es el peor para tomar el desayuno.

La alimentación ayuda mucho a mejorar la salud. Hacerlo en forma diario puede mejorar notablemente la situación de los individuos proporcionándole datos y herramientas ventajosas. Si eres de ellos, debes conocer el consejo de los expertos en salud sobre el horario menos saludable para el desayuno.

El peor horario de desayuno

La importancia del desayuno en nuestra rutina diaria es un tema ampliamente debatido, y si bien se insiste en que es la comida más importante del día, el cuándo lo consumimos es un factor crítico. Muchas personas optan por saltárselo o retrasarlo debido a la prisa o la falta de apetito por las mañanas. Sin embargo, el peor momento para desayunar no es una hora específica en el reloj, sino el que llega demasiado tarde en relación con la hora en que nos despertamos.

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Cuando retrasamos el desayuno, nuestro cuerpo, que ha estado en un estado de ayuno durante la noche, se ve forzado a operar sin combustible. Por ejemplo, una persona que se despierta a las 7 a. m. pero no come hasta las 11 a. m. pone su organismo bajo un estrés innecesario. Esta demora no solo ralentiza el metabolismo, sino que también puede desencadenar un aumento del apetito, lo que a menudo lleva a tomar decisiones alimenticias menos saludables más tarde en el día, como optar por comidas con alto contenido de azúcar o grasa.

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Además de los efectos inmediatos en el apetito y el metabolismo, postergar la primera comida del día tiene un impacto más profundo en nuestra salud a largo plazo. Este hábito afecta la regulación del azúcar en la sangre, lo que es una preocupación importante. Los picos y caídas en los niveles de glucosa pueden ser perjudiciales, especialmente si se repiten con frecuencia en el desayuno.

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