Conoce las 3 claves para llegar a los 90 años en forma saludable
Llegar a la vejez no tiene por qué ser sinónimo de deterioro y enfermedad; por el contrario, alcanzar los noventa años en plena forma física y mental es una meta cada vez más plausible gracias a los avances en el conocimiento sobre el envejecimiento saludable. Los expertos en longevidad y salud hormonal han identificado que no se trata de fórmulas complejas o costosos tratamientos, sino de la implementación constante de hábitos sencillos pero poderosos.
Existen tres hábitos fundamentales que ayudan a cuidar el sistema hormonal y, con ello, tienen el potencial de prolongar la salud y la vida de manera saludable, optimizando la calidad de los años venideros.
Los hábitos de salud para la longevidad
La primera y más crucial de estas claves en la salud es incorporar actividad física con regularidad. Lejos de la necesidad de inscribirse en un gimnasio o de realizar rutinas intensas y agotadoras, la recomendación se centra en la consistencia diaria. Es conveniente moverse cada día, entendiendo que incluso un minuto de ejercicio es significativamente mejor que la inactividad total. Este movimiento regular no solo fortalece músculos y huesos, sino que también tiene un impacto directo en el metabolismo y en la sensibilidad a la insulina, elementos vitales para mantener la juventud celular y el equilibrio hormonal a largo plazo.

La segunda clave para una longevidad saludable se enfoca en la alimentación, específicamente una dieta rica en fibra y proteínas de calidad. La fibra, abundante en verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales, es esencial para la salud intestinal y para la correcta absorción de nutrientes. No obstante, la atención debe centrarse especialmente en las proteínas. La especialista subraya que, a medida que se envejece, el cuerpo se vuelve inherentemente menos eficiente en la utilización y síntesis de proteínas. Por ello, conviene aumentar su consumo para preservar la masa muscular, prevenir la sarcopenia y asegurar el funcionamiento general óptimo de todos los sistemas del organismo.

El tercer hábito fundamental para la salud está estrechamente vinculado al bienestar emocional y mental, un aspecto a menudo subestimado. En la era digital, es importante tomar medidas activas para reducir el tiempo frente a las pantallas, ya que la exposición excesiva puede interferir con los ritmos circadianos y la producción hormonal. Además de limitar el consumo digital, la recomendación es fomentar la conexión genuina con otras personas.