Cómo elegir el árbol de Navidad correcto y no fracasar en el intento

La elección del árbol de Navidad es el paso inicial y más significativo en la decoración de las fiestas. Más que una mera adquisición, se trata de una decisión que determinará la armonía y la proporción del espacio durante toda la temporada. Por esto mismo, a continuación te brindaremos algunos detalles para tener en cuenta en este momento.

Así deberás elegir el árbol de Navidad perfecto para tu hogar

El éxito de la decoración decembrina radica en encontrar el ejemplar que se integre perfectamente con la salas, prestando especial atención a tres factores críticos: la altura, la frondosidad y el espacio disponible.

La altura es el aspecto más crucial para evitar saturar el ambiente. Los especialistas recomiendan aplicar una regla de oro sencilla: es fundamental restar al menos 15 centímetros a la altura total del techo de la estancia. Este margen es necesario para dejar espacio suficiente para el remate superior del árbol, ya sea una estrella, un ángel o cualquier otro adorno que corone la punta. Un árbol que roce el techo puede hacer que la habitación se sienta visualmente abrumada y desproporcionada.

Por otra parte, la frondosidad determina cuánto espacio consume el árbol de manera horizontal. Los árboles se clasifican según su densidad, que puede ser densa, esbelta y delgada. Para salas amplias y abiertas, un árbol denso, con gran volumen de ramas, llenará el espacio con una presencia majestuosa. En contraste, para apartamentos pequeños, pasillos o rincones estrechos, es más práctico optar por modelos esbeltos o delgados, que mantienen una altura considerable sin sacrificar demasiado diámetro en la base, permitiendo una circulación fluida.

En esencia, el árbol perfecto es aquel que respeta la arquitectura del hogar y potencia la sensación de calidez sin invadir el espacio. La clave es la proporción: un árbol de Navidad pequeño en un espacio grande parecerá insignificante, mientras que uno excesivamente grande en una sala reducida impedirá el movimiento y generará incomodidad. Al considerar meticulosamente la altura, el diámetro y la proporción del área, la elección final garantizará que el árbol se convierta en el verdadero punto focal de la celebración, irradiando la magia festiva de manera equilibrada y elegante.