Caminar o andar en bicicleta, ¿cuál ejercicio es mejor?
En la actualidad existe una dicotomía sobre cuál es el mejor ejercicio, ya que muchos consideran que caminar es superior, mientras que otros aseguran que andar en bicicleta rompe todos los esquemas y ofrece múltiples beneficios. A continuación, la respuesta de expertos en el tema.
Fin de la discusión: ¿es mejor andar en bicicleta o caminar?
El debate sobre cuál es el mejor ejercicio entre caminar y andar en bicicleta se centra a menudo en la eficiencia biomecánica, revelando que la bicicleta es, por amplio margen, un medio de transporte y ejercicio superior en términos de aprovechamiento de la energía humana. El consenso académico es que pedalear puede ser al menos cuatro veces más eficiente que caminar y hasta ocho veces más que correr.

La diferencia crucial reside en cómo el cuerpo utiliza la energía. Cuando una persona camina o corre, el movimiento implica una "caída controlada" constante y requiere que las piernas levanten su propio peso contra la gravedad en cada zancada. Este proceso no solo consume mucha energía, sino que también produce una pérdida significativa de la misma a través de la colisión del pie contra el suelo, lo que se disipa como sonido y calor, y genera un microfrenado en cada paso que debe ser superado por los músculos.
La bicicleta, en cambio, transforma la energía en movimiento de manera fluida. Al pedalear, las piernas se mueven en un ciclo corto y circular, eliminando la necesidad de levantar completamente el peso de las extremidades con cada impulso. Además, la rueda permite un contacto suave y constante con el pavimento en lugar de un impacto. La fuerza aplicada al pedal se traduce directamente en movimiento hacia adelante, minimizando el desperdicio de energía por frenado o rebote.

A pesar de la eficiencia superior de la bicicleta, caminar o escalar recupera la ventaja en terrenos específicos. En pendientes extremadamente pronunciadas (superiores al 15% de inclinación), el movimiento circular del pedaleo resulta ineficaz.
En estas situaciones, los músculos funcionan mejor empujando en línea recta, haciendo que el acto de caminar o escalar sea más efectivo para superar la gravedad. Por el contrario, en las bajadas con inclinaciones superiores al 10%, el impacto de cada paso al caminar desperdicia energía y exige un mayor esfuerzo a las articulaciones, mientras que pedalear cuesta abajo se vuelve progresivamente más fácil.