En los últimos años, el Feng Shui ha ganado popularidad como una herramienta valiosa para alcanzar objetivos relacionados con el amor, el trabajo, la salud y especialmente el dinero. Esta antigua filosofía china se enfoca en equilibrar las energías del entorno para crear un ambiente propicio al bienestar y la prosperidad.

¿Dónde colocar la sal según el Feng Shui?

Uno de los elementos que esta práctica valora especialmente es la sal, no solo por su uso culinario, sino por su potente simbolismo energético. Desde tiempos antiguos, la sal ha sido vista como un mineral protector y purificador, y en el Feng Shui se utiliza en diversos rituales para armonizar la energía del hogar.

Una de las recomendaciones más difundidas es colocar un poco de sal en un recipiente y ubicarlo en la esquina sureste de la casa, ya que esta zona está asociada con la riqueza y las oportunidades financieras. A diferencia de lo que se podría pensar, no se trata de mover el salero de cocina, sino de realizar un acto simbólico con unos pocos granos, que según los expertos, puede activar el flujo de abundancia. Así, la sal se convierte en una aliada energética dentro de esta práctica oriental que cada vez más personas incorporan a su vida diaria.

¿Cómo implementar el Feng Shui en el hogar?

Aplicar el Feng Shui en el hogar implica mucho más que una simple reorganización del espacio; se trata de crear un ambiente equilibrado y armonioso que favorezca el flujo de energía positiva. El primer paso fundamental es mantener el orden y la limpieza, ya que el desorden bloquea la circulación del “chi” o energía vital. Luego, se evalúa cómo fluye esa energía dentro de cada habitación, considerando la ubicación de entradas, ventanas, puertas, muebles y objetos decorativos, para identificar obstáculos que puedan interferir.

Los colores también juegan un papel importante: los tonos neutros promueven la calma, mientras que colores específicos se adaptan mejor a distintas estancias según su función. La disposición del mobiliario, como la orientación de la cama o la colocación estratégica de espejos y plantas, contribuye a canalizar mejor la energía.

Además, una buena iluminación, tanto natural como artificial, activa el ambiente y refuerza la sensación de bienestar. Espacios clave como el recibidor deben mantenerse despejados y luminosos, ya que por allí entra la energía del hogar. En la sala se busca fomentar la convivencia, en el dormitorio el descanso, y en el baño, evitar la fuga de energía manteniéndolo cerrado y ordenado. Finalmente, cultivar la gratitud y mantener una intención positiva refuerzan los efectos del Feng Shui, convirtiendo el hogar en un refugio lleno de armonía, paz y prosperidad.