“Inflammaging" e“inmunosenescencia”: las claves que afectan la salud al envejecer
El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, pero la forma en que cada persona lo experimenta puede variar drásticamente. Un estudio genético de salud en 2007 tuvo el objetivo de analizar los genomas de un grupo de 1.400 adultos mayores de 85 años que compartían una característica crucial: estaban libres de enfermedades crónicas significativas y no dependían de medicación constante.
Los investigadores de salud esperaban identificar un patrón genético distintivo, una "firma de la longevidad" que pudiera explicar la vejez saludable de este grupo. Sin embargo, los resultados fueron inesperados y obligaron a cambiar el foco de la investigación.
Envejecer con salud
Ante esta ausencia de una firma genética evidente, dirigieron su atención a otra área fundamental de la biología humana: el sistema inmunológico. El análisis detallado de las defensas de los adultos mayores reveló que el verdadero secreto de su bienestar residía en un sistema inmune robusto y excepcionalmente equilibrado. Este descubrimiento demostró que las defensas fuertes no solo protegían el organismo de patógenos, sino que lo hacían sin desencadenar una inflamación perjudicial o descontrolada.
Este hallazgo marcó un punto de inflexión y dio origen a dos conceptos seminales en la investigación de la salud. El primero es el "inflammaging", un término que describe la inflamación crónica, de bajo grado, pero persistente, que tiende a aumentar inexorablemente con el paso de los años. El segundo es la "inmunosenescencia", que se refiere al deterioro o desgaste progresivo de la capacidad de respuesta y función del sistema inmunológico. Estos dos procesos actúan de forma interconectada, siendo el "inflammaging" una consecuencia directa del desequilibrio que produce la "inmunosenescencia", acelerando el proceso de envejecimiento y el riesgo de enfermedad.
Se concluyó que la salud prolongada no está determinada por un destino genético inmutable, sino por la capacidad de mitigar el impacto del "inflammaging" y la "inmunosenescencia". Se enfatizó que mantener un sistema inmune óptimo es una meta accesible a través de la adopción de hábitos de vida sencillos, pero crucialmente, sostenidos en el tiempo. Esta estrategia de bienestar continuo se convierte en la principal defensa contra el deterioro relacionado con la edad.
